Para muchos envejeciente de la terceras edad, quienes están frente a la oficina del Conape no conocen dicha ley.
La ley 352-98 es una legislación que en su reglamento de aplicación, dice claramente como hacer respetarla y hacerla cumplir en los establecimientos comerciales e instituciones públicas.
También es una ley, no solo de protección al envejeciente, es más bien, para ayudarles a facilitar llas cosas, mediante el uso de un carnet que le emite el Conape, para que con este documento, el adulto mayor reciba rebajas de precio los productos de primera necesidad que venden en los supermercados.
El reglamento de esta ley establece además, que se debe concientizlar a la ciudadanía, de que, debe de ceder sus asientos en los vehículos públicos, a los envejecientes. Y también debe establerce una fila para los envejeciente.
Por igual, que deben de existir cajeros en los bancos comerciales con preparación profesional para asistir con paciencia al envejeciente porque muchas veces estos se desmayan y se desploman en la fila y en pleno mostrador.
A diario, se puede ver cómo los policías de bancos, de las Edee, Dirección General de Pasaportes, Impuestos Internos, etcétera; maltratan a los envejeciente, ignorando dicha ley.
Hemos visto con preocupación que en las líneas del Metro, de Santo Domingo y Santiago; los envejeciente van de piie, corriendo el riesgo de accidentarse.
¿Qué esta haciendo el director del Conape?
Nadie puede dar respuesta a esta pregunta, porque tampoco a nadie le importa la suerte de envejeciente que lo dio todos para su país y entregarles al Estado hombres y mujeres para el futuro de la nación.
¡Nadie se interesa en ayudar, al envejeciente en la República Dominicana!